Dormir bien para vivir mejor: aliados sobresalientes son los colchones, bases y almohadas. La oferta es inabarcable, por eso te orientamos para que elijas según tus necesidades... y aciertes.
Un buen cuidado alarga la vida
Lo recomendable para el dormitorio, como éste, es sustituir los colchones cada 10-15 años y las almohadas antes de
los 5. Estas últimas, si son lavables, mételas en la lavadora. Ponles
fundas, airéalos a diario y dales la vuelta cada cierto tiempo, para
recuperar la forma
1. ¿Duro o blando? Peso,
postura, ritmo del sueño... Todo cuenta al elegir la firmeza del
colchón. Como norma: a mayor peso corporal y movimiento al dormir, opta por modelos más duros. Consúltanos!.
2. La base perfecta.
La firmeza de la cama se incrementará según la base utilizada (lamas
flexibles o tabla rígida). Para que el colchón dure más y procure buen
descanso, no vale cualquiera, sino la más adecuada a las características
de éste.
3. Muelles, más frescos. Estos colchones
ofrecen buena firmeza, transpiran muy bien y dan menos calor que los
fabricados con otros materiales. También hay modelos con cara de verano e
invierno. Los hay de diferentes tipos. Los de Vispring tienen muelles
dispuestos en forma de panal encajados manualmente.
4. Viscoelásticos, adaptables.
Firmeza media combinada con ductilidad. Llevan viscoelástica en el
acolchado y el núcleo puede ser de muelles, espuma, etc. Geniales para
climas fríos, se adaptan al cuerpo y a su temperatura, por lo que
resultan súper acogedores.
5. Látex, para alérgicos.
Por su elasticidad y reducción de puntos de presión -se hunden menos
que los de visco-, ofrecen gran capacidad de adaptación; además, son
perfectos para alérgicos (no al látex). Para diferenciarlos de los
sintéticos, deben estar fabricados con al menos un 85% de este material.
6..Y de tecnología punta.
Los colchones de alta gama ofrecen prestaciones de auténtica
“ciencia-ficción”. Poseen núcleos de varias capas que combinan
materiales, firmezas y densidades. Además, ayudan a obtener efecto
termorregulable, controlan humedad, regeneran y revitalizan la piel o
favorecen la relajación muscular, gracias a avanzados tratamientos
aplicados durante el proceso de fabricación.
7. La almohada ¡importa!.
Tanto como el propio colchón, para descansar y evitar dolores de
espalda. El grosor: entre 10 y 15 cm, de más baja a más alta si se
duerme boca abajo, de espalda o de lado respectivamente. En cuanto al
material, mejor látex o espuma.
Fuente:http://casadiez.elle.es
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