Este
ambiente es vital porque es donde se pasa la mayor parte del tiempo. Y
los muebles son parte esencial aquí.
Si la elección no fue acertada y no
se ajusta al estilo de vida o necesidades, tarde o temprano se sufre.
Por eso, Acosta Muebles te muestra algunos consejos para que hagas la
mejor elección.
Materiales
•
Aglomerado. Los más económicos. Ofrecen variedad de estilos. Asegurarse
que sea resistente al agua; de lo contrario, tiende a hincharse.
• Fibra de madera prensada. De más calidad y también más costosos que los aglomerados.
• Madera maciza. Son los mejores hablando de calidad, pero muy costosos.
Acabados
•
Madera. Clásico y atemporal. Lucen elegantes, naturales y se adaptan a
los estilos decorativos. Es importante tener en cuenta qué tratamiento
tiene el material porque eso influenciará en la resistencia.
• Melanina. Es una opción económica, que viene en distintos colores. Cuanto mayor sea su grosor, más resistente es.
• Formica. Un material de mayor calidad que la melanina. Presenta resistencia a los golpes, calor y agua.
• Termoestructurados. Son laminados con textura rugosa. Hace ver al mueble como si fuese de madera.
•
Láminas de PVC. Uno de sus puntos fuertes es la variedad de colores y
estilos que ofrece. La clave es que el material sea de calidad. De lo
contrario, el calor lo destruirá en poco tiempo.
•
Laca. Estas capas de resina sintética se aplican sobre las puertas
haciendo que el mueble luzca sus colores en superficies brillosas, casi
como el cristal. Es indispensable que sea de calidad porque los golpes o
el calor de la cocina pueden arruinar el acabado.
•
Aluminio o acero. Al mejor estilo de una cocina profesional. De precio
un poco más elevado y muy resistente. Se combinan muy bien con otros
materiales.
Mesadas
• Madera. Ofrecen menos resistencia al agua, al calor y a las manchas.
• Formica. Económicas pero poco resistentes para estar en contacto con alimentos.
•
Granito. De lo más elegido, aunque no es muy duradero. Resiste el
calor, pero no las manchas de aceite. Poca variedad de tonos.
•
Mármol. Volvió a ser tendencia, y la combinación con madera y metal
queda excepcional. Pierdo brillo con el tiempo y se ralla fácilmente.
• Corian. Resistente, elegante, moderno y duradero. Su precio lo hace accesible solo a presupuestos holgados.
• Acero. El mejor de todos porque resiste calor, cítricos, agua y todas las manchas. Es el más costoso de las opciones.
Colores.
Los tonos del mueble deben obviamente acoplarse al ambiente y permitir
que la cocina explote todo su potencial. Atención con las dimensiones y
la iluminación: si es una cocina pequeña, conviene apostar por los tonos
claros. Los colores arriesgados quedan mejor en un espacio moderno y
más grande.
Los muebles y
paredes –ya sea pintadas o con azulejos- enteramente blancos siguen
siendo tendencia, al igual que aquellos que animan a los pasteles en
cocinas vintage o al gris metálico en las industriales. Importante:
cuanto más clara la tonalidad del mueble o más brillante el acabado, más
limpieza demanda.
Funcionalidad.
La cocina debe ser más que nada práctica. Y el mobiliario debe
responder a las necesidades del hogar. Con esto en la cabeza, elegir
manijas o no en las puertas, tamaño de módulos, divisiones, espacio de
guardado, cajoneras, puertas traslúcidas o no. Si el espacio lo permite,
una buena opción son las barras desayunadoras o una isla. Y recordar
que el orden es importante: un espacio pequeño desordenado tiende a ser más pequeño aun y parecer caótico.
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Fuentes: Vivienda saludable y Cocinas Art Nova
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