Los espejos son perfectos para potenciar la luminosidad, agrandar espacios y decorar.
Y en el comedor son tan recomendables como en otras estancias, ya que es una zona de nuestra casa que suelen ser más oscuras y en las que es importante incrementar el efecto de la luz.
Aunque con un 'pero'. Y es que no es nada aconsejable colocarlo a la altura de los ojos de los comensales, ya que les será más difícil concentrarse en una conversación si la persona que tienen enfrente está mirándose al espejo.
¿Por qué colocar espejos en el salón?
Los espejos ofrecen innumerables ventajas: luz, profundidad, amplitud… por tanto, colocarlos en cualquier estancia del hogar puede resultar una excelente idea. Es habitual colocarlos en el recibidor, el baño o los dormitorios, pero colocar espejos en el salón es un buen recurso decorativo, mediante el cual podrás lograr resultados y beneficios espectaculares.
Tamaños de espejos para salón:
En el mercado podrás encontrar espejos de diferentes tamaños, pero vamos a clasificarlos en grandes o pequeños. La elección del tamaño te reportará unos determinados resultados.
Por ejemplo, los espejos para salón grandes aumentan la sensación de espacio y la luminosidad de la estancia. Son ideales para estancias grandes en las que no se dispone de mucha luz natural y queremos potenciarla.
Por otro lado, los espejos para salón pequeños son perfectos para iluminar una zona concreta de esa habitación, por ejemplo un rincón destinado a la lectura o la zona de comedor moderno, espacios en los que necesitamos disponer de algo más de iluminación.
Dónde colocar espejos en el salón?
Como todo en decoración, es imprescindible tener en cuenta donde ubicar cada cosa. Por ello es importante también donde colocar espejos en el salón y elegir con cuidado el lugar perfecto para ellos, ya que sus reflejos transformarán por completo la estancia.
Por ejemplo, ¿tienes una gran pared desnuda?
¿Dispones de una cocina abierta? ¡Pues llénala de espejos para salón! Puedes optar por crear una composición como hemos citado anteriormente o introducir un espejo de grandes dimensiones. La zona de comedor es un espacio idóneo donde poner espejos en el salón. Es una parte del hogar en la que necesitamos más luz y que si está alejada de las ventanas, es más sombría. Por ello jugar con un espejo en el que poder reflejar la luz natural puede hacernos ahorrar en la factura de la luz.
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