Elegir almohada y acertar.
Hay
muchos factores que afectan a nuestra calidad de sueño y determinan el
tiempo que dormimos cada noche. La almohada es uno de los más
importantes, por ello, es necesario que nos tomemos nuestro tiempo para elegir correctamente
la almohada que mejor se adapte a nuestras necesidades. Una buena
almohada nos permitirá evitar que se produzcan o agraven dolores de
cabeza, cuello o tensión en los hombros. Para una correcta elección
deberemos tener en cuenta nuestros hábitos de sueño y necesidades
personales.
En este artículo te proporcionamos una guía de cómo escoger almohada.
Guía de cómo escoger la almohada idónea. Parte 1: Las posturas que adoptamos al dormir.
Debes saber que la elección de una almohada no empieza directamente en la tienda, sino en las noches anteriores a la compra.
En primer lugar debes plantearte:
¿En que posición suelo dormir?
Debes
pasar unas noches descubriendo cual es tu posición favorita para
dormir. Aunque puede que ya tengas una idea bastante clara acerca de tu
posición preferida, es bueno tomar un par de noches para confirmarla.
Cuando estés listo para conciliar el sueño, pasa unos minutos descansando sobre tu espalda, de costado y sobre el estómago. ¿Qué postura te resulta más cómoda?
si en una media hora descansando por ejemplo sobre tu estómago no te
quedas dormido, seguramente está no será la postura más idónea para
dormir.
Trata de fijarte en la posición en la que te encuentras cuando te despiertas por la mañana. Puedes anotar la posición en la que te despertaste y compararla unos pocos días después.
Me gusta dormir boca abajo, apoyando el estómago en la cama.
Entonces necesitarás una almohada blanda, bastante plana,
o puede que no necesites ninguna almohada en absoluto. Tener una
almohada blanda permitirá a tu cuello para estar más en línea con la
columna vertebral.
Duermo boca arriba o de espaldas
En ese caso, busca una almohada gruesa pero no demasiado.
Necesitas un buen apoyo que soporte el peso de la cabeza y permita a tu
cuerpo estar recto y bien alineado. No puede ser muy gruesa o firme
porque empujará tu cabeza hacia delante, ni demasiado blanda o la cabeza
se hundirá hasta el colchón.
Suelo dormir de lado
Si duermes de costado una buena almohada para ti será más firme y gruesa para ayudar a sostener el cuello.
No tengo una posición concreta al dormir, la verdad es que me muevo bastante y voy cambiando de posturas.
Entonces eres un durmiente mixto y encuentras muchas posiciones cómodas durante la noche. Busca una almohada de grosor medio, y más bien blanda, de manera que se pueda utilizar cómodamente en diferentes posiciones.
Ya te puedes hacer una idea del grosor y la firmeza que serían buenas para ti. No obstante, considera la posibilidad de tener más de un tipo de almohada.
Algunos días puedes sentir que necesitas más apoyo que otros, así que es bueno que dispongas de diferentes tipos de almohadas con diferentes firmezas y grosores.
Entre tus básicos de descanso debes contar también con una buena almohada cervical o collarín cervical,
muy útil para tener una buena sujeción de la cabeza y cervicales si vas
a realizar viajes largos o necesitas descansar sentado.
Ahora es el momento de plantearse el tipo de relleno de la almohada que más se adapta a ti, desde almohadas viscoelásticas
hasta almohadas de plumas, lana o látex. En el próximo artículo
explicaremos detalladamente los tipos de rellenos que hay y qué
beneficios tienen.
¿Quieres
obtener algo más de información acerca de qué posturas son las más
adecuadas para conciliar el sueño? Te recomendamos que eches un vistazo
al artículo “Posiciones para domir bien” en la web dormir.org.es
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