En la vanguardia de la moda. Fabricados con mayores
dimensiones. Principales ventajas y detalles de colocación.
Mantenimiento.
Considerado como uno de los materiales más vendidos en revestimientos de
pisos y paredes, el porcelanato incorpora tecnología y evoluciona
constantemente, para adecuarse a las necesidades del mercado y
crecientes exigencias.
Impuesto en su clásico formato de 60 x 60 centímetros, su
comportamiento, las nuevas formas de producción y una gran variedad de
modelos lo posicionan como preferido por los profesionales y también por
clientes en general.
Lo reciente
En busca de propuestas renovadas en proyectos y diseño, arquitectos,
interioristas y usuarios demandan formatos nuevos y más grandes para
acompañar con líneas sutiles los ambientes residenciales y comerciales.
Así aparecieron las nuevas piezas, que toman medidas de 90x 90
centímetros y pueden ser empleadas en revestimientos de pisos y muros.
Desde la firma Darsie aseguran que “al tener un mayor formato se
consiguen más beneficios estéticos, ya que se logra un espacio más
limpio, elegante y liviano visualmente”.
En tanto, los asesores de Contigiani destacan que se trata de “un
producto de origen nacional. Comparado con otros importados, presenta
características únicas que lo hacen exclusivo. Su brillo y calidad lo
ubican en la cima de los porcelanatos Premium”.
“Es un material de gran resistencia y de alto tránsito. Su brillo
logra un efecto espejo homogéneo recomendado para todo tipo de
edificaciones, especialmente espacios grandes, donde se luce
plenamente” .
Mayores ventajas
- Con esta nueva posibilidad, se presentan también renovadas ventajas, entre las cuales se pueden destacar:
- Se elimina una importante cantidad de juntas entre las piezas y la superficie se ve más uniforme.
- Colocación más rápida.
- Disminuye el costo en mano de obra.
- Mantenimiento más sencillo.
- Menos desperdicios, al mermar los cortes. Sólo se hacen los indispensables (principalmente en esquinas).
- No presentan riesgo de roturas por flexión, a pesar de sus mayores dimensiones.
Colocación
Si bien la colocación es similar a cualquier producto de esta línea
de revestimiento, es bueno recordar algunos aspectos esenciales que
tienen que ver con el pegamento a emplear, la pastina y juntas.
- El adhesivo. Como se trata de un producto de baja absorción, las
nuevas tecnologías en pegamentos desarrollaron adhesivos con mayor
incorporación de resinas plásticas en lugar de cementicias. Antes, la
placa debía absorber el pegamento para afirmarse. Ahora, con estos
nuevos productos, que sólo demandan apoyo, se afirma la placa y se logra
buen movimiento entre juntas. Además, soporta óptimamente los cambios
de temperatura. Respecto a la pastina, siempre se deberá usar aquella
también destinada a cerámicos de baja absorción.
- Procedimiento. En ningún caso el porcelanato debe ser colocado sin
junta, debido a que el soporte base suele ser una superficie continua
sometida a contracciones y dilataciones provocadas por los cambios
térmicos, movimientos estructurales, efectos de humedad o reacciones
químicas.
Finalmente, las juntas de colocación entre placas compensan las
desviaciones dimensionales. Como norma general, los especialistas
recomiendan la colocación de juntas entre placas desde 2 mm, ya sean
productos rectificados o no.
Limpieza y mantenimiento
- Desde la fábrica Ilva aconsejan, una vez finalizada la obra,
eliminar los restos de material (cemento, yeso, u otros) presentes, como
partículas o acumulaciones, que pueden afectar el aspecto final del
producto. Antes de realizar la limpieza final de obra, es necesario
respetar el tiempo de espera indicado para el secado del material.
- En la mayoría de los casos basta la limpieza con una solución ácida
diluida (ácido muriático al 10 por ciento). Existen además productos
comerciales específicos para la limpieza, pero deben usarse con
precaución, ya que normalmente presentan concentraciones de ácido más
elevadas. Es conveniente impregnar la superficie con agua limpia
previamente a cualquier tratamiento químico y enjuagar con agua
inmediatamente después del tratamiento, para eliminar los restos de
producto químico.
- No es recomendable usar espátulas metálicas o elementos abrasivos,
ni sustancias que contengan ácido fluorhídrico, ya que este ataca la
superficie.
- Para la limpieza cotidiana se puede utilizar agua con algunas gotas
de detergente neutro, que además son útiles para eliminar rastros de
grasa o suciedad. Para eliminar el polvo ambiental, utilizar sólo un
lampazo o trapo seco. Es clave no emplear nunca productos cerosos o
ceras autobrillantes. Fuente:http://www.lavoz.com.ar
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