Comenzó el invieno. Como no todos tenemos la suerte
de tener un vestidor con capacidad suficiente para guardar toda nuestra
ropa colgada, cuando llegan estas fechas no queda más remedio que
organizar y guardar la ropa que ya no es de temporada.
7 consejos para guardar la ropa de una temporada a otra:
1.- Guardar la ropa en cajas, cestos, fundas…
En primer lugar hay que saber
dónde vamos a guardar la ropa
(cajones, altillos, bajo la cama…) y en función del sitio elegir la
caja, cesto o contenedor más adecuado. Para ello lo mejor es tomar las
medidas y buscar la caja que mejor se ajuste a ellas para aprovechar al
máximo el espacio. Por ejemplo, si nuestro altillo tiene 55 cm de fondo
lo ideal sería encontrar una caja que tuviera la misma profundidad, o si
vamos a guardar la ropa debajo de la cama lo más apropiado son cajas
con ruedas para poder sacarlas fácilmente.
Si la caja es muy
grande puedes dividirla interiormente para distribuir mejor el espacio,
te bastará con un cartón para hacerlo (puedes forrarlo con un bonito
papel para que resulte más decorativo).
2.- Guardar la ropa que vayas a volver a utilizar
Parece obvio pero a la hora de la verdad hay
ropa que guardamos una temporada tras otra sin llegar a ponérnosla. Es la ropa del “
por si…“: por si vuelve a estar de moda, por si adelgazo, por si engordo, por si la arreglo… y así todos los “
por si”
que se te ocurran. Por ejemplo, no tiene sentido guardar seis pares de
pantalones por si engordas o adelgazas, ya que seguramente en ese caso
lo que te apetecerá será comprarte ropa nueva.
Es cierto que es
difícil desprenderse de este tipo de ropa (a mi también me cuesta), pero
tenemos que limitarla y reducirla únicamente a lo que merece la pena
(prendas nuevas y de buena calidad), para reciclar o dar el resto. De
esta forma conseguiremos
tener más espacio y almacenar mejor la ropa que es más probable que volvamos a utilizar.
3.- Guardar la ropa por tipo de prenda
Organizar y guardar la ropa por tipo de prenda facilita
su localización, sobretodo de cara a la nueva temporada, ya que resulta
muy efectivo para saber si tienes una camiseta de ese color que tanto
se va a llevar o para encontrar rápidamente una determinada prenda.
Para ello lo ideal es
distribuir la ropa que vayas a guardar en varias cajas,
indicando en la parte exterior el tipo de prenda. Si por ejemplo tienes
sólo un par de faldas, no hace falta que dediques una caja
exclusivamente para ellas, puedes colocarlas junto con otro bloque de
prendas siempre y cuando lo indiques en el exterior para facilitar su
localización.
4.- Haz un esquema de dónde has guardado la ropa
A lo mejor dispones de altillos suficientes para guardar todo lo
que no es de temporada pero no siempre es así y te toca distribuirlo
por los diferentes armarios de la casa . En
estos casos conviene que te hagas
un pequeño esquema de dónde has guardado la ropa, algo así como: caja de pantalones en altillo armario pasillo, caja de camisetas bajo la cama del dormitorio, etc.
Puede
que pienses que no es necesario, que tienes una memoria prodigiosa y te
vas a acordar de dónde lo has guardado todo, pero al final pasan los
meses y siempre llega ese momento de “juraría que lo había guardado
aquí…”.
Además este esquema te va a venir muy bien para esos
pequeños veranillos que suele haber en primavera o cuando refresca de
repente, de un día para otro, ya que podrás localizar cualquier prenda
en un momento.
5.- Doblar la ropa de forma correcta antes de guardarla
Está claro que cuando volvamos a sacar la ropa de las cajas,
tendremos que plancharla pero no es lo mismo una pequeña arruga a que
esté como un acordeón (el tiempo de plancha se reduce bastante en el
primer caso). Por esta razón
conviene doblar correctamente la ropa antes de guardarla ya que de esta forma nos evitaremos planchar más de lo necesario cuando la volvamos a sacar.
Además
si doblamos correctamente la ropa optimizaremos el espacio,
algo que seguro que no nos sobra, pudiendo guardar más prendas en la
misma caja o cajón que si lo hacemos de forma desordenada y
amontonándola.
6.- Revisa la ropa antes de guardarla
Antes de guardar la ropa revisa que no tenga manchas, descosidos, enganchones, etc. Si
tiene alguna mancha debes eliminarla antes de guardar la prenda ya que,
en caso contrario, puede fijarse al tejido con el paso de los meses y
será mucho más difícil de eliminar.
Piensa también que si guardas
sin darte cuenta una prenda con un enganchón o desperfecto que no se
pueda arreglar, le estas quitando espacio a otra prenda, por ello es
preferible en invertir un poco de tiempo en repasarla antes de
guardarla.
7.- Evita los malos olores
Un truco casero para
guardar la ropa y protegerla de la humedad y el moho consiste en colocar dentro de las cajas donde la vayamos a guardar unas
bolsitas de tela con bicarbonato en su interior.
El bicarbonato tiene un gran efecto desodorizante y absorbe la humedad, además es económico y ecológico.
Otro truco que he heredado de mi madre es
poner una pastilla de jabón en la caja donde vayamos a guardar la ropa. De esta forma conseguiremos que tenga un aroma agradable cuando volvamos a sacarla de las cajas.
Fuente: Bricoydeco
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