Todo sobre secarropas

 

¿Vivís en un departamento sin balcón? ¿Detestás ver ropa en los balcones o que tus prendas íntimas queden a la vista de cualquiera que pase por la calle? ¿Al patio de tu casa no le llega ni un rayito de sol? ¿La ciudad donde vivís es húmeda? ¿Tenés cuatro chicos y todos en edad escolar? Si al contestar estas preguntas obtuviste más de un Sí, entonces para vos un secarropas no es ninguna excentricidad ni exceso… ¡es necesario!

Sistemas de secado

Hay dos tipos según su sistema de secado: por calor; o por centrifugado o evacuación. El primero seca la ropa con aire caliente y evaporando la humedad en las prendas y sin necesidad de una salida del agua. El segundo seca por movimiento rotatorio del tambor interno, centrifugando la ropa y eliminando el agua por acción física y mecánica.

Formatos y características

Dentro del sistema de secado por aire caliente hay dos formatos distintos:

*los de carga frontal, idénticos a los lavarropas, que permiten gran capacidad de carga, ideales para cuando contamos con espacio bajo mesada; o para ubicar sobre el propio lavarropas formando una columna con los dos aparatos. Al ser los de mayor tamaño son los que ofrecen mayor cantidad de prestaciones: vienen con distintos programas según el tipo de prendas; diferentes niveles de secado; termostato para variar los grados de calor; tienen función media carga, ciclo antiarrugas o plancha fácil, ciclo de aire frío para prendas delicadas o inicio diferido. También son los más caros y se precisa mucho espacio para ubicarlos.

*los de pared, un aparato idéntico a los extractores de humo de cocinas de cuya parte inferior se cuelgan las perchas con las prendas y reciben el calor constante que emana el aparato. Son de bajo consumo, ideales para espacios chicos, son rebatibles cuando no se los usa y perfectos para casas con mucho lavado frecuente y prendas delicadas porque se secan sin ningún tipo de movimiento. Sin embargo, no se los recomienda para telas pesadas (mantas, frazadas, toallas y demás) ya que el calor constante puede terminar por arruinar los géneros.

Los aparatos por centrifugado solo vienen en un formato: un tambor o cilindro pequeño que se para en el piso, relativamente livianos, que centrifugan todo tipo de ropa; su potencia o capacidad se mide en revoluciones de centrifugado y a más revoluciones, menor el tiempo de secado, aunque también mayor el consumo energético. Son los más económicos de todos y los más sencillos de ubicar.